Los miércoles a las 21:00, Macarena Trigo se presenta en Polonia Teatro con el biodrama unipersonal Por eso las curitas. Termina de comer un pepino en vinagre y se pone a narrar fragmentos de su historia que invitan a pensar sobre el pasado y las formas, voluntarias o no, de evocarlo.
La seguidilla día por día de una vida muta al volverse recuerdo. Lo sabemos: la memoria pondera, agrupa, agujerea, disminuye, sobredimensiona, niega y olvida. Es un estanque donde se juntan distintos peces que luchan y se aparean de las maneras más caprichosas. La metamorfosis de lo vivido es aún más rotunda cuando los acontecimientos, devenidos recuerdos, toman las reglas y el artificio del lenguaje. Decir es, inexorablemente, ejercer un recorte más, valorar y señalar asociaciones nuevas. Quien pretenda narrar, tendrá que tomar el papel de un domador del pasado, que ponga en orden, marque límites y, quiera o no, lo convierta en ficción. Trigo, como domadora, muta junto a la fiera; es el costo que paga por imponerle sus palabras, su voz y su cuerpo en el efímero presente.
Mientras recuerda, hace una puesta en escena del mecanismo antojadizo de la memoria: se permite una sucesión basada en ocurrencias y también exhibe el rol primordial que tienen el olvido y la distracción. El relato que construye no puede recuperar ni mucho menos enmendar el pasado, sino que lo propaga en distintas versiones. No hay chance de unificación de lo que ella es en base a lo que ella fue, sino que queda multiplicada en diferentes Macarenas. Ella, como todo el que se tome en serio la empresa imposible de reconstruir con palabras una vida, está habitada por las distintas niñas, adolescentes y mujeres que es y que ha sido. Es por esto que no llama la atención que en ocasiones no pueda nombrarse en primera persona, sino en tercera, como cuando dice que le debe mucho a esa niñita que leía tanto.
No importa si el pasado fue feliz o nefasto. La conversión en recuerdo y luego en relato hacen que no exista un momento plenamente feliz: siempre terminará por avinagrarse. Tampoco existe un momento tan amargo que no nos deje torcer la mueca en una sonrisa de burla, al menos, o de ironía. El espectador tiene que irse así, con este sabor agridulce en la boca, como si acabara de comer los pepinos en vinagre que la actriz había probado al comenzar la obra.
Ficha técnico artística
Texto: Macarena Trigo
Actúan: Macarena Trigo
Diseño de espacio: Sol Soto
Diseño Audiovisual: Sol Soto, Dalmiro Zantleifer Ojeda
Asistencia de dirección: Verónica Cognioul Hanicq
Producción: Paloma Lipovetzky
Grafica: Dalmiro Zantleifer Ojeda
Dirección de arte: Macarena Trigo, Francisca Ure
Web: http://www.poresolascuritas.blogspot.com.ar/
Texto: Silvina Gruppo